No es ninguna novedad que la suma de la voluntad y las capacidades de un conjunto de personas puede más que las individualidades. Capacitar el equipo de trabajo para perseguir objetivos en común de manera planificada y colaborativa puede llevar su tiempo, pero no caben dudas de que los resultados merecen la pena.
En la actualidad, vivimos en un mundo cada vez más competitivo y complejo. Los avances tecnológicos se producen con una velocidad inusitada y los profesionales del sector público y privado necesitan estar preparados para encajar en este nuevo contexto.
Es por eso que muchas organizaciones ponen todo su esfuerzo en capacitar el equipo de trabajo mejor calificado para potenciar su productividad. Así como muchas mentes piensan mejor que una, la posibilidad de que cada individuo se especialice y contribuya a un fin común eleva la importancia de esta metodología colectiva.
Beneficios del trabajo en equipo
Si todavía te planteas las ventajas de trabajar de manera conjunta, te servirá echar un vistazo a los puntos favorables que planteamos a continuación:
- Más ideas: Parece obvio, pero es fundamental. El enfoque de varias personas permite cambiar la perspectiva ante una necesidad y, como consecuencia, se consiguen más y mejores maneras de solucionarla.
- Mayor compromiso, motivación y participación: Sentirse parte de un conjunto de pares hace que las personas se comprometan mucho más con una causa. Además, esto suele potenciar su productividad y su grado de iniciativa y participación en la toma de decisiones.
- Solución de problemas más rápida y efectiva: Los imprevistos ocurren, y es mucho más probable que un grupo de gente logre afrontarlos de manera más exitosa de lo que podría hacerlo un individuo por su propia cuenta.
- Aprendizaje constante: Cada persona puede absorber conocimientos y destrezas de los demás, por lo que se crea un ambiente de superación permanente muy positivo para todos.
Por todos estos beneficios (y también otros que se originan en cada contexto de trabajo particular) cada vez más empresas adoptan el modelo de equipo para trabajar. Claro está, hacerlo implica también comprometerse a brindarles las herramientas apropiadas para funcionar de manera eficiente.
Estrategias para capacitar el equipo para el trabajo colectivo
A la hora de capacitar el equipo de trabajo de una compañía para que se desempeñe como un todo, se puede apelar a dinámicas como las siguientes:
Comunicación
Es la base del trabajo en equipo. Para pulirla, se pueden hacer actividades didácticas como, por ejemplo, los juegos en los que haya que seguir instrucciones de otro participante.
Uno de ellos consiste en seguir un camino con los ojos vendados mediante las instrucciones de otro compañero. También hay otro muy famoso que consiste en reproducir un dibujo en una hoja de papel acatando las indicaciones de un líder. Al comparar los resultados, se puede ver qué tan efectivo ha sido el mensaje y cómo se lo puede mejorar.
Planificación
A la par de la comunicación, se encuentra la planificación. Para que un trabajo colectivo sea eficiente, es necesario que cada una de las partes conozca a la perfección su función, sus metas y sus obligaciones.
Esto también se puede trabajar, y existen muchas actividades para hacerlo. Una muy buena consiste en diagramar un proyecto entre todos (si es algo motivador, como por ejemplo un evento a beneficio o el diseño de una web de práctica, mejor).
La idea es poner a prueba la capacidad de proyectar y planificar de los participantes, así como también el flujo de información durante el proceso. Aunque parezcan tareas sencillas, siempre se obtiene alguna enseñanza que puede extrapolarse al ámbito laboral.
Incentivar la superación
No es cierto que todas las personas trabajan exclusivamente por dinero. Si bien es lógico que se trata de un aspecto esencial, también influyen sobremanera otras cuestiones, como por ejemplo las posibilidades de crecimiento que una persona recibe.
Si un grupo de trabajo percibe que la empresa se empeña por capacitar el equipo en sus diferentes aristas (conocimientos técnicos, planificación, relaciones humanas, etc), se sentirá más identificado con el proyecto.
De este modo, se crea un ambiente laboral proactivo, motivado y con ganas de superación, una cualidad indispensable para el éxito de una compañía.
Relaciones personales y resiliencia
Finalmente, también es muy positivo organizar jornadas colectivas por fuera del ámbito de trabajo. El objetivo principal aquí es el de fomentar las relaciones entre los participantes; es decir, que se conozcan también por fuera de la oficina.
Los beneficios de esta práctica son diversos, y van desde una mejora sustancial en la productividad hasta una mejor resolución de problemas. Así, ante la aparición de un problema, los empleados con confianza en sus compañeros se sentirán más capaces de salir airosos de cualquier situación.
Es, en definitiva, una cuestión mental similar a la que atraviesa cualquier deportista. El sentido de pertenencia se vuelve fundamental, como en casi toda actividad colectiva.
Además de las mencionadas, existen muchas otras estrategias que se pueden aplicar para capacitar el equipo de trabajo de una organización. Con base en estas capacidades y aptitudes, es imposible que no se obtengan resultados favorables en el corto, y sobre todo en el largo plazo.